De vuelta a un lugar favorito
El recuerdo de una visita a las lagunas de Sanlúcar a finales del verano pasado me trajo hoy de regreso a este hermoso lugar. Entonces vi principalmente muchas garzas y aves juveniles. Esta vez esperaba ver las aves a una edad aún más temprana, en el nido o cerca de él. Las condiciones climáticas eran casi perfectas; parecía como si el calor de finales de primavera se hubiera tomado un descanso.
La primera parada: Lagunas de Martín Miguel
Nuestra primera parada fue la Laguna Martín Miguel, un lugar que no había explorado el año pasado. Aunque había visto una garza imperial cerca y un gran bandada de grullas durante el invierno, ver la superficie del agua de esta laguna era nuevo para mí.
Al principio pensaba que esta laguna sería la menos interesante, pero nada más lejos de la realidad. La laguna consta de dos cuencas de agua conectadas, no demasiado grandes y ciertamente no muy bonitas, pero la variedad de especies de aves hace que la visita valga la pena.
Lo que llamó especialmente la atención fue la gran cantidad de martinetes y otras especies de garzas: garza real, garza imperial, garceta común e incluso una garza cangrejera, especie bastante rara. La presencia de peces en el agua explica mucho. Seis pagazas piconegras se tiraban regularmente en el agua para pescar.
Varias aves rapaces también volaban atentas por el cielo: un cernícalo, un águila calzada y un par de milanos negros.
Camino Colorado: Segunda y tercera laguna
En la segunda y tercera laguna del recorrido de hoy, ubicadas a lo largo del Camino Colorado, se notó que había una cantidad relativamente grande de agua. La zona cercana a las lagunas también lucía mucho más ordenada que el año pasado, cuando todo parecía más un basurero.
Vimos bastantes juveniles de fochas comunes, y unas cuantas familias de patos colonados y porrones. También se avistaron un total de ocho malvasía cabeciblanca, una especie en peligro de extinción que vive aquí todo el año.
Alfredo Barragán: Un poco de mala suerte
La cuarta laguna del día, Alfredo Barragán, fue el hogar de una gran cantidad de martinetes y garcetas el año pasado, pero esta vez se vio muy poca vida, lo que fue un poco decepcionante.
Desafortunadamente, las esperanzas de ver mucha actividad de aves aquí no se cumplieron.
Laguna Tarelo: Una sorpresa positiva
La última parada del día deparó una sorpresa muy positiva. La isla de la laguna de Tarelo se había transformado en un gran criadero de garcetas, moritos, martinetes y, sobre todo, espátulas. Los arbustos estaban llenos de nidos y polluelos, ¡un verdadero espectáculo! Diría que había unas cuarenta espátulas. Cerca de la isla también se encontraban varias gaviotas patiamarillas.
Por todas partes había escenas de jóvenes pidiendo comida y de sus padres alimentándolos, tanto dentro como fuera del nido.
Desafortunadamente, también hubo algo triste que ver: una garceta, probablemente enferma o debilitada, fue atacada por una gaviota y luego también despedazada y devorada.
Parecía como si la colonia reproductora de martinetes que había visto el verano pasado en la hoy muy vacia Laguna Alfredo Barragán se hubiera instalado ahora en este lugar. Me alegré de encontrarlos aquí ahora.
Y hubo otra buena noticia: en el otro extremo de la laguna, varios polluelos de malvasía nadaban junto con sus padres. Todo esto demuestra claramente el valor ecológico de esta laguna.
Conclusión
La visita a las lagunas de Sanlúcar fue muy educativa y demostró que las colonias de aves a veces se mueven cuando es necesario. Las sorpresas del día hicieron que fuera una experiencia inolvidable. Está claro que estas lagunas desempeñan un papel importante en la reproducción y el hábitat de muchas especies de aves, y sigue siendo un lugar al que los observadores de aves como yo regresamos una y otra vez en busca de nuevos descubrimientos.
Que alegría ver como se hace camino la vida con tantos polluelos, y que de especies juntitas! Las fotos como siempre preciosas!