Un bonito día de primavera tuve el placer de hablar con Plácido y Maribel, los dueños de La Cañada de Los Pájaros, un parque de aves en la provincia de Sevilla. Nos sentamos fuera en un banco, al lado de la laguna, acompañados por los gansos que son tan mansos que comen tranquilamente de la mano de su cuidador. La mayoría de los gansos tienen las alas cortadas, para que no se escapen del parque y para que no acaben como algunos que han sido matados por un cazador.
Plácido: Desgraciadamente, eso ya ha pasado varias veces. Los cazadores deberían seguir la ley y mirar bien a qué están disparando, pero realmente hacen lo que les de la gana.
¿Cuántas especies de aves hay en el parque?
Maribel: Unas 180, incluyendo varias especies exóticas.
¿El parque también funciona como centro de recuperación?
Maribel: De 94 a 98 éramos un centro de recuperación. Luego eso lo dejamos porque entraban muchísimos animales, pero poco dinero, y ya no podíamos. Ahora seguimos haciendo recuperación, de gente que nos trae animales.
Las aves que ahora están aquí, como jilgueros o golondrinas, ¿se quedan aquí?
Plácido: Depende. A veces nos traen pájaros que están en tan mal estado que no da tiempo soltarlos antes de que empiece la migración. Entonces si están en buenas condiciones se liberan la siguiente primavera. Los que puedan irse, se van.
¿Cómo se ve un día típico aquí?
Maribel: Hay cosas que se repiten cada día y otra no, depende también de la época. En primavera tenemos mucho más trabajo. En verano, cuando cerramos para el público, aprovechamos para hacer la poda y una limpieza general.
Normalmente, si hay bastante agua, el nivel del agua de la laguna baja, pero no se seca completamente.
¿Cuánto tiempo lleva el parque?
Maribel: Compramos el terreno en 1987. Primero quitamos basura y plantamos vegetación. Nos mudamos en 1990 para vivir aquí. Y al público lo abrimos en 1992.
¿Habéis notado mucho la influencia del cambio climático?
Maribel: Sí, desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, en el pato colorado fue muy evidente. Igual en otoño te encuentras algunos con plumaje de primavera, y viceversa. Las golondrinas ahora llegan más pronto, o más tarde. Las aves que hay aquí ya no crían con la misma regularidad. También vimos cambios en los árboles, los frutales.
Mientras estamos charlando, uno de los milanos negros que sobrevuelan el parque, desciende y se posa en una rama del árbol más grande del parque, a escasos metros de las cigüeñas blancas.
Maribel: Los milanos negros son más bien carroñeros, comen de todo. Les gusta el pescado, incluso los pájaros pequeños.
Plácido: Pero los patos también les gustan. O los pollos de las cigüeñas. Lo hemos visto muchas veces. Pero así es la naturaleza.
Maribel: Peores son las águilas calzadas, o el búho real. Y parece que lo que más les gusta son las especies que están en peligro, como la focha cornuda o las cercetas pardillas. Pero prefiero que se lo coma un búho que un zorro.
¿Qué es lo más difícil para mantener el parque?
Plácido: Para mi es la administración. Este sitio, desde el punto de vista de la conservación, es uno de los puntos más importantes de Andalucía, incluso de toda España. La focha cornuda, el porrón pardo o la cerceta pardilla son especies que crían y a veces salen de aquí. En verano es el único sitio a donde todos esos animales pueden volver. Aquí les proporcionamos comida y suficiente agua. Es algo que la administración no hace en ningún sitio. Entonces yo reclamo un poco de reconocimiento. No un reconocimiento público, pero lo que podían hacer es solucionar el tema de agua en verano.
Maribel: No queremos que nos ayuden económicamente, queremos que nos faciliten las cosas para que este funcione mejor. Aunque más dinero obviamente nos permitiría mejorar muchas cosas.
¿Si tuvierais más dinero, qué cambiaríais?
Maribel: Por ejemplo, podríamos dar una alimentación mejor. O mejorar las instalaciones. O bien comprar más terreno, lo que sería una solución para el agua. Podríamos incorporar más personal. Con dinero se puede hacer muchas cosas. Pero realmente no necesitamos tanto.
¿Cuáles aves del parque son vuestras favoritas?
Plácido: Para mí, sin duda, el ánsar. Dentro de los pájaros, son los más parecidos a nosotros. Tienen un comportamiento muy interesante.
Maribel: Las que a mí me llaman más la atención son las grullas. A veces pasan el invierno aquí.
¿Y cuál es la más complicada para tener?
Maribel: En cuanto la comida son las especies que comen pescado. También hay especies que son difíciles a la hora de criar. La dificultad en eso es determinar el buen momento para la independencia, ya que tienen una fase muy corta en la que tienen que aprender a ser independientes. Si esa fase es demasiada larga, ya crías un animal tonto e improntado.
Plácido: Cada especie es diferente, pero dentro de cada especie, cada animal es diferente también. Eso lo sabemos muy bien, porque la mayoría de las aves que están aquí ahora, fueron criadas por nosotros y así han pasado casi todos por la cocina de la casa.
Maribel: Antes una empresa que se dedicaba a pescado y camarones nos daba todos los restos que no les servían. Pero esa empresa se ha cerrado, y estamos dosificando lo que todavía tenemos congelado, en espera de intentar encontrar una solución. Si no hay solución, tendremos que quitar las especies que solo comen pescado, como la garza real o la cigüeña negra. Esas especies se podrían acostumbrar al pienso, pero realmente no es una alimentación adecuada. Además, sería difícil para las aves adultas a la hora de acostumbrarse a su nueva dieta. Algunas gaviotas que tenemos están comiendo pienso de gato, ellas se adaptan sin problema.
Otra dificultad con la que nos enfrentamos hoy en día se encuentra en la entrada a la laguna del agua. Antes, el cauce era más natural. De hecho, antiguamente era un arroyo. Servía como retención de sólidos. Se paraba el sedimento y lo que llegaba aquí era agua. Mucha o poca, con más o menos fuerza, pero era agua. Después de una modificación en la cual quitaron las lagunas, ahora nos llega el sedimento. Cuando se seca la laguna, tenemos que usar maquinaria, y esto vale un dineral. Hasta ahora, nos lo ha limpiado la consejería, sin eso nos resultaría imposible. Menos mal, ese trabajo no hace falta tan a menudo.
Sabes, nos hemos enfrentado con muchas dificultades y retos, que lo que queremos ahora, antes de jubilarnos, es disfrutar un poco de lo que tenemos.
¿De qué manera puede la gente ayudar?
Maribel: Los particulares pueden ayudar con donaciones, sobre todo. La administración podría, y debería, hacer mucho más. Los humedales son los ecosistemas más frágiles del planeta y necesitan un manejo. Si los dejas, se pierden. De vez en cuando necesitan una limpieza del fondo.
¿Habéis pensado en buscar algún patrocinador, alguna gran marca conocida?
Maribel: Esas empresas no van a invertir en una empresa privada. Buscan algo que le da mucha publicidad, quieren algo para poner más verde su imagen. Y esos proyectos tampoco suelen ser de una larga duración.
¿Cómo veis el futuro del parque?
Maribel: Buena pregunta. A ver si aparece alguien que quiera seguir nuestro proyecto, que tenga la misma filosofía que hemos tenido nosotros, luchando por la conservación. Realmente no lo sé.
¿Antes de montar el parque, ya teníais la misma pasión por la naturaleza?
Plácido: Yo más que Maribel. Yo me he criado en el campo y desde un principio me he encontrado con situaciones que me han provocado muchas lágrimas. Siempre he querido hacer algo para ayudar a las aves.
Me acuerdo, en el año 1973, hubo una mortalidad muy alta de pájaros, debido a que años antes habían traído de una zona de Florida, donde el botulismo es endémico, el cangrejo rojo americano. Con ello entró el Fundulus heteroclitus, un tipo de pez, y allí arrancó el declive de las marismas en el Parque Nacional. En 1974 yo vi como le afectaba a la cerceta pardilla, sabía que iba a desaparecer. Avisé a la administración y nadie se quiso hacer cargo de los animales. Antes de que se muriera el resto, yo cogí unas siete y me las llevé a mi casa, con mi padre.
¿Sin decírselo a nadie?
Plácido: Claro. Luego algunos se enteraron y quisieron quitármelas. Pero me quedé con ellas y al año siguiente ya estaba criando con ellas para luego soltar un montón. Cuando vinimos al parque aquí, nos dedicamos más a criarlas, cada vez más, hasta un total de 470.
¿Cuándo quitaste la primera pareja, no te daba miedo que te podían multar?
Plácido: Era otra época, no era tan estricta. Luego la cosa ha ido cambiando, cada vez peor. Pero creo que hoy en día entienden menos de la naturaleza.
¿También salís al campo para observar aves?
Plácido: Cada vez menos, porque me deprime ver como se está perdiendo todo. Cada vez estoy más encerrado aquí, aquí puedo hacer lo que sea y proteger lo que hay.
Pasando tanto tiempo con las aves, dedicando una gran parte de tu vida a ellas, ¿qué has aprendido de ellas?
Plácido: Deberíamos tomar más conciencia de lo que son los animales. Me han hecho conocer un poco más al ser humano. Hay que tener la misma conciencia que tienen ellas. Las aves viven y mueren a la paz. El ser humano se ha salido del sistema y se cree estar por encima de todo. Realmente estamos a la misma altura que cualquier otro. A mí me han hecho ser un poco más paciente, más tolerante y más relajado. No sé exactamente qué sistema tienen para comunicarse los animales, pero sé que se comunican, no solo entre la misma especie. Tienen su código por ejemplo para saber cuándo hay peligro, tienen un radar que nosotros hemos perdidos.
Cuando uno es joven, piensa que puede cambiar el mundo. Cuando te haces mayor, te vas dando cuenta de que lo único que puedes hacer es conformarte. El sistema va a seguir. Mira lo que pasó con la pandemia, en vez de haber aprendido algo, la gente no ha cambiado mucho.
¿Qué ha sido un momento clave en la historia del parque?
Plácido: Cuando empezó a criar la primera pareja de focha cornuda. Fue la primera vez en toda España. Ahora ya tenemos mucha experiencia con esa especie, pero entonces fue un momento mágico.
¿La focha cornuda es la mascota del parque entonces?
Plácido: Realmente la mascota del parque es la burrita, nuestra Almudena. El año pasado la solté aquí y se ha convertido en la reina de la Cañada, todo el mundo quiere hacerse una foto con ella.
Maribel y Plácido, ¡muchas gracias y nos vemos pronto!
Para más información sobre la Cañada de los Pájaros pulse aquí. Los amantes de las aves podéis pasar allí un día entero disfrutando del maravilloso entorno.
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