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Mar Sánchez sobre su amor por la naturaleza y el papel de los parques eólicos

Justo antes de emprender un viaje lleno de aventuras por La Janda en busca de grullas, me dirigí al punto más meridional de España, Tarifa, para encontrarme con Mar, una bióloga que trabaja allí para la Fundación MIGRES. Ella quiso compartir conmigo su pasión por la naturaleza y no paró de hablar sobre el trabajo de conservación.



¡Encantada de conocerte, Mar! ¿Qué es exactamente MIGRES?


¡Hola! MIGRES es una fundación sin ánimo de lucro fundada en 2003 cuyo objetivo principal es promover la investigación y las actividades relacionadas con el medio ambiente, centrándose especialmente en el fenómeno de la migración y su relación con el cambio climático. Uno de nuestros proyectos más importantes son las medidas compensatorias asociadas a los parques eólicos. Esas medidas, por ley, tienen como objetivo compensar todos los impactos negativos que infraestructuras como los parques eólicos tienen sobre el entorno en el que se ubican. Una parte de los impactos se puede prevenir y, si no, hay que compensarlos.





Desde el principio, hace ya veinte años, MIGRES ha trabajado junto a la Asociación Eólica de Tarifa en la planificación y ejecución de esas medidas, siempre bajo la supervisión de las autoridades y con el coste pagado por las empresas que forman parte de esa asociación. Al fin y al cabo, el impacto lo provocan ellas, así que es evidente que lo pagan ellas.


Por ejemplo, hace unos años se hizo evidente que los parques eólicos estaban teniendo un impacto negativo en la población de alimoches. Se puso en marcha un proyecto para ayudar a esta especie y ahora hay cuatro parejas reproductoras en Tarifa, lo que es un número satisfactorio. El proyecto consiste en proporcionar puntos de alimentación complementarios para que estas aves se desvíen. Este año ha sido el sexto año que hemos desplegado estos puntos de alimentación y es hora de empezar a analizar los datos que hemos recopilado a lo largo de los años. Ya puedo decir que los resultados son prometedores, pero todavía es demasiado pronto para sacar conclusiones sin tener evidencias oficiales.




Alimoche
Alimoche

MIGRES también tiene un carácter científico. Su presidente es Miguel Ferrer, investigador de la Estación Biológica de Doñana. No sólo se interesa por la conservación, sino también por la mejora constante de los programas.




¿Sabes cómo van los alimoches en el resto de Andalucía?


En Andalucía hay en total más de veinte parejas reproductoras, una de ellas en la Sierra de Líjar, donde es bastante fácil observarlas incluso desde lejos.




Eres bióloga, ¿de dónde viene ese interés?


En realidad, siempre he vivido en una gran ciudad, en Valencia, lejos de la naturaleza. Nadie esperaba que me convirtiera en bióloga. Cuando era niña, quería ser presidenta de los Estados Unidos y salvar el mundo. Pronto descubrí que esto era un poco difícil y luego quise ser maestra, pero al terminar el colegio me di cuenta de lo mucho que me había gustado la asignatura de biología. ¡Quería saber más sobre cómo funciona la vida! Así que al final eso fue lo que estudié en la universidad. Al principio biología general. También me gustan mucho las plantas, no solo los animales. Pero pronto me quedó claro que prefería estar en el campo. Trabajar en un laboratorio todo el tiempo no es lo mío.


Actualmente estoy escribiendo muchos informes, y no es mi parte favorita de mi trabajo, pero sé que es esencial.




Otra parte de tu trabajo es comunicarte con las empresas de los parques eólicos. ¿Están siempre dispuestas a divulgar información sobre incidentes, por ejemplo?


Éste es un tema delicado.



¿Por qué? ¿Tienen que ocultar cosas?


Yo creo que no. Digamos que depende de las circunstancias.



Pero los trabajadores no tienen la culpa cuando un pájaro choca contra un molino, ¿verdad?


Bueno, a veces sí.



¿En serio? Entonces tienen una gran responsabilidad.


Exactamente. Ahora se están haciendo pruebas con un nuevo sistema que implementa cámaras en los molinos, dotadas de inteligencia artificial. Pero cuando se elimina a la persona que se encarga de parar los molinos cuando un pájaro está a punto de colisionar, las empresas de los parques eólicos no tienen a nadie a quien culpar. Sustituir a una persona por una cámara es mucho más barato, pero las empresas no pueden culpar a sus propias cámaras si algo sale mal. Es un tema interesante, veremos cómo evolucionan las cosas. ¿Y si hay un fallo mecánico, digamos un corte de luz? Imaginemos que el sistema deja de funcionar en época de migración, eso provocaría un desastre. Las cámaras tampoco recogen carroña, cuentan incidencias o se comunican con los parques eólicos vecinos. En mi opinión, nunca debemos eliminar el factor humano.



Aguilucho lagunero volando cerca de un parque eólico
Aguilucho lagunero volando cerca de un parque eólico

En general, ¿consideras que los parques eólicos son una solución verde eficaz?


La energía eólica siempre valdrá la pena. Ya hemos pasado el auge de las fuentes de energía fósiles y nuestra sociedad seguirá dependiendo de grandes cantidades de energía, enormes cantidades de energía, no sólo para conducir nuestros coches o ir de vacaciones, sino también para mantener en funcionamiento nuestros hospitales y fábricas, eso es irreversible. Tendremos que hacer un cambio hacia el uso de energías renovables, progresivamente. No podemos negar que también habrá un lado negativo, pero debemos intentar afrontarlo de la mejor manera posible.




Parque eólico
Uno de los numerosos parques eólicos de la provincia de Cádiz

¿A veces la gente acusa a MIGRES de “lavado de imagen verde”?


Eso pasa. Y puedo entender su punto de vista, pero luego trato de explicarles que estoy de su lado y que hago lo mejor que puedo.




¿Crees que pronto nuestro campo estará lleno de parques eólicos y paneles solares?


Lo ideal sería que existiera algún mecanismo legal que hiciera imposible que cualquier ayuntamiento pudiera simplemente implementar parques eólicos o solares y al hacerlo destruir la naturaleza, sin un estudio previo y profundo que evaluara el impacto sobre el medio ambiente.




Mar observando la isla de Tarifa

¿Crees que la crisis mundial puede resolverse simplemente reduciendo la población?


No es tan sencillo. Se trata más bien de equilibrar mejor nuestros recursos. ¿Crees que los países más ricos y poderosos tienen derecho a pedir a los países más pobres que reduzcan su población mientras explotan sus fuentes de energía? A muchos les viene bien el desequilibrio actual, es una manera de mantener el poder.


Al fin y al cabo, estamos todos juntos en esto. Todos somos responsables. Intento empezar por mí misma. Tomé la decisión de mudarme a Tarifa y ahora intento no ir demasiado lejos, hay muchas cosas que hacer aquí. Pero al mismo tiempo, hay gente que se sube a su jet privado para hacer un viaje a la ciudad, lo que tiene un gran impacto negativo en nuestro clima, ¿sabes lo que te digo?


Como individuo, creo que puedo marcar la diferencia. No solo en mi vida profesional, sino también en mi vida personal. No soy vegetariana y no me siento culpable cuando como carne, pero trato de no exagerar. Creo que cuando se trata de conservación, todo es cuestión de política. No de partidos políticos o de partidos de diferentes colores que representan opiniones diferentes y se enfrentan entre sí. Pero tomar decisiones importantes y hacer cambios definitivamente es cuestión de política.




Entonces, ¿en tu tiempo libre también sales a la naturaleza, a observar aves, por ejemplo?


Sí, normalmente en Tarifa, no hace falta ir muy lejos. Tenemos también La Janda a tiro de piedra. Sé que en Cádiz hay otros lugares de gran interés, pero por ejemplo la Sierra de Grazalema todavía no la he explorado mucho. Pero incluso aquí, cerca de casa, me pierdo a menudo. Afortunadamente, siempre consigo volver sana y salva. En mis viajes me encanta aprender cosas nuevas sobre las aves, y todavía me queda mucho que aprender sobre ellas, sobre todo las pequeñas, que a veces me confunden.







¿Qué ave considerarías tu favorita?


Es difícil elegir solo uno, sobre todo porque es mágico ver y entender cómo conviven diferentes especies en diferentes ecosistemas. Pero si tuviera que elegir uno, diría el alimoche. Principalmente porque ahora son más escasos que en el pasado, y también porque ni siquiera se parecen a un buitre. Son aves un poco testarudas, ¡pero extremadamente inteligentes! Recuerdo que una vez estaba en un comedero, cambiando la tarjeta de memoria de una de las cámaras trampa, cuando un alimoche bajó a alimentarse. Me escondí detrás de una roca y el ave no se dio cuenta de mi presencia. Fue increíble ver un animal así tan de cerca.




Alimoche
Primer plano de la especie de ave favorita de Mar: el alimoche


¿Hay alguna especie que te encantaría ver?


¡El roquero rojo! O el mirlo acuático. Será mejor que este invierno vaya a buscarlos a la sierra de Grazalema, antes de que vuelvan al norte a reproducirse.




¿Qué otro lugar del mundo te gustaría visitar para observar aves?


¡Probablemente en algún lugar parecido al estrecho de Gibraltar! Batumi, en Georgia, estaría bien. O Turquía. Un poco más lejos, diría América Central. Espera, dame un segundo... once, doce, trece... ¿Has visto las cigüeñas volando hacia el norte?




Sí, ahora puedo verlas, pero nunca las habría contado.


Es un reflejo natural, lo siento (se ríe). Puede que estén volando hacia La Janda.




¡Mar avista una bandada de cigüeñas blancas!

¡La Janda! Ahí es donde me voy ahora mismo.


¡Seguro que verás muchos pájaros allí! (se ríe)


¡Muchas gracias por la entrevista, Mar!

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