Hoy tocaba visitar una de las zonas que tenía en mente desde hacía tiempo: la Sierra de Líjar, empezando por el área recreativa de La Muela, cerca del pueblo de Algodonales, justo al norte de la Sierra de Grazalema. Tenía la secreta esperanza de ver alguna especie nueva, pero sobre todo de disfrutar de las hermosas vistas en este día de invierno sorprendentemente cálido.
¡Uno de los primeros pájaros que entró en la lista de hoy fue el azor! Estaba posado discretamente en la rama de un gran árbol antes de lanzarse al aire y desaparecer de la vista en pocos segundos. Apenas me dio tiempo a tomar algunas fotos, pero estaba muy emocionado porque era la primera vez que veía a esta ave.


Unos minutos después me encontré con unos buitres leonados que estaban posados en el borde de un acantilado a una altura deslumbrante. Parecían estar en la fase de preparación de la construcción del nido. ¡Merecería la pena volver en un mes para observar cualquier posible evolución!



En esta zona había una gran colonia de buitres leonados, varias docenas. Hace que uno se pregunte de qué se alimentan estas enormes aves.



En el mismo lugar hubo aún más acción: un halcón peregrino reveló su presencia con su distintivo canto, mientras volaba sobre el valle, manteniéndose todo el tiempo cerca de la roca.



No vi muchos pájaros hoy, pero las vistas eran simplemente impresionantes, en cualquier dirección.





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