La zona verde cercana al estadio de fútbol de Chapín en Jerez de la Frontera ha sido una de mis zonas favoritas durante años. Después de la fuerte tormenta que tuvimos hace unos días, hoy fue un día de calma antes de que otra serie de días de mal tiempo azoten el sur de España.
Al principio estuve un rato observando un grupo de verdecillos que se reunían para recoger comida en el suelo, entre unos pinos. Conté al menos diez. A ellos se sumaban jilgueros, mirlos y un carbonero común.
Me preguntaba si sería capaz de avistar las primeras lavanderas blancas después del verano y, para mi deleite, oí su llamada "tsvit tsvit" en el aire. Un poco más tarde, también tuve la oportunidad de fotografiar una. No estoy seguro de si era la misma ave que había escuchado, supongo que todavía no hay muchas.
Mientras estaba cambiando los ajustes de mi cámara para fotografiar a dos mosquiteros que buscaban mi atención, vi algo más volando, que al principio identifiqué como un pájaro, pero resultó ser la mariposa más grande que he visto nunca, una mariposa del madroño. Es de hecho la mariposa más grande de Europa, con una envergadura de más de 8 cm.
Tras unas cuantas fotos de un colirrojo real, llegó el momento de centrarme en las estrellas de la tarde: una pareja de mosquiteros que posaban voluntariamente. Estaban a menos de cinco metros, para nada perturbados por mi presencia mientras saltaban de tallo en tallo intentando encontrar algo comestible.
Un pájaro que casi consideraría residente aquí es la abubilla. Con un poco de suerte y paciencia, normalmente se la puede encontrar en el campo de entrenamiento de fútbol. Hoy vi dos de ellas, buscando insectos en la hierba.
Mientras caminaba por el campo de entrenamiento, pensé que había visto un cernícalo volando sobre el estadio, pero no estaba seguro. Minutos después, ¡mi primer pensamiento se confirmó! Aterrizó en el campo de entrenamiento y segundos después se elevó al aire, lo que me permitió tomarle una foto en pleno vuelo. Una especie que veo habitualmente aquí, en medio de la ciudad.
Hacía tiempo que no visitaba este lugar con mi cámara, pero el paseo de hoy ciertamente valió la pena: 18 especies diferentes en una hermosa tarde soleada.
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